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Represión Policial contra los anarquistas.

Por medio del Profesor Cedeño nos llegó la protesta que publicamos con el nombre de Represión Policial contra los jovenes anarquistas.

Cedeño: «Favor difundir el siguiente texto»:

1º DE MAYO: UNA SERIE DE EVENTOS EXECRABLES.

Por Juan Hernández.

Se podría abordar el material histórico para dar fe, peso y sinceridad al
porqué los y las anarquistas celebramos con mayor ahínco esta fecha. Se
podría dar material de sobra extenuando cuantiosos datos sobre la carne al
asador que ha sido puesta por los y las anarquistas. Se podría decir eso y
mucho más… pero no, no vamos a poder abordar ello ya que luego de tantos
años, aún se sigue creyendo que no fueron anarquistas quienes lucharon por 8
horas laborales, que no fueron anarquistas quienes merecieron los peores
castigos, las peores humillaciones, la más cruel de las muertes. Parece que
hoy, la herencia de una lucha histórica, rica en ejemplos casi utópicos, se
ve mancillada por la corrupción, la politiquería y sobre todo la lucha por
la representación de los y trabajadores y las trabajadoras. Atroz,
simplemente atroz. George Sorel escribía que no hay nada más similar a un
representante de la burguesía, que uno del proletariado. Hoy, la
execrable‘‘profesión’’ de ser portavoz de quien alimenta la máquina de la
explotación capitalista, es una persona valiosa entre las filas de los
desgraciados trabajadores y mal tratadas trabajadoras. Defender a quien le
explotan es una profesión, no un compromiso. En poco más de 100 años, lo que
logra diferenciar a un burgués de un sindicalista, es tan solo la expresión
verbal, sólo eso…
Cuando a un pueblo entero se le condena a la miseria, la precariedad, el
hambre, y se les da facilidad para seguir manteniendo los engranajes del
capitalismo por medio de sistemas crediticios, parece que nadie dice nada
mientras las condiciones estén óptimas tanto para gobernar, como para dar la
opción de nuevo gobierno. Tanto partidos de gobierno como de oposición, han
gestado un círculo donde lo último que pueda realmente importar es el pueblo
en sí, como sujeto y no como objeto. Nuevamente, atroz…
Resulta luego curioso que cuando brota la agresividad en la sociedad
contemporánea, como lo planteó Marcuse, absolutamente todos y todas condenan
el acto, pero nadie quiere aceptar su cuota de responsabilidad en ello, y
digo todos y todas porque tanto el ser cómplices como silenciar son
catalizadores aptos para que desde muy en el fondo, un espíritu fascista,
troglodita y la verdad, casi de NAZI, brote de una cúpula de guías, gurús e
hipócritas defensores de no se sabe qué heces. Sumemos a ello, que cualquier
acto independiente, cualquier acto de atente contra el ‘‘orden socialmente
establecido’’ es declarado ilegal, ilegítimo, desconfiable e incluso
provocador o promovido por el gobierno de turno, en tanto no provenga  de un
poder reconocido, pues la cosa está jodida. Creo que ello, los y las
anarquistas, en los últimos 8 años, hemos sabido en carne propia lo que es
eso.
Parece que para los y las representantes del pueblo (léase TODO el pueblo),
éste está bien mientras no opine, no piense y no actúe. El trabajador está
feliz en su sitio en la cadena del capitalismo, mientras no opine, mientras
produzca, mientras se afilie y mientras rinda tributo a su mediocre
condición. La trabajadora… si es que los señores representantes de TODO el
pueblo se dignan, la reconocen mientras siga en su ‘‘rol’’ de mujer: eje de
la familia, valerosa luchadora y con el alago de trabaja como hombre tras
sus espaldas. No tengamos miedo en decir las cosas, esto es Costa Rica,
quien se haya hecho de la vista larga, creo que es momento de cambiar, ¿o no?
Desde hace cinco años los y las anarquistas decidimos romper con el molde
tradicional, hegemónico y totalizador de la celebración de mal llamado día
de los trabajadores. Decidimos poder un alto al circo nefasto, a la burla y
al control estatal por parte de sindicatos y partidos políticos a un día que
en vez de fiesta y celebración, debería ser un recordatorio para ver que el
ensalzamiento a quien compone el engranaje del sistema capitalista no es
motivo de celebración, sino de luto, de dolor. Más de cien años después, se
celebran conquistas que han entregado la burguesía, el Estado y los sistemas
de poder económico y político de la peor calaña. Se festeja la explotación
como se podría festejar el asenso del fascismo al poder. Los y las
anarquistas decidimos romper el molde y hacernos escuchar. Parece que fue
santo pecado contra las vacas sagradas causantes de la explotación y el
actual orden político. Bonito binomio.
Este viernes 1º de mayo de 2009, no fue la excepción para que jóvenes de
todas las edades y de diversos sectores sociales, protestaran en las calles
y trataran de recuperar un 1º de mayo en defensa contra la violencia
económica y política, en contra del poder, la explotación y la violación de
los derechos humanos. Estos jóvenes, le guste a quien le guste, son el claro
ejemplo de una rebeldía fundamentada que no cree que el poder salve del
poder, y bien podrían ser el actual reflejo de lo que la gran mayoría de
personas en este atroz país piensa.
Como es usual desde hace unos cinco años, es menester culminar frente a la
Asamblea Legislativa, allí, diversos medios de comunicación claramente
vendidos a los intereses de los gobiernos de turno se congregan. Se
congrega, y desde hace cinco años, una cuantiosa fila de policías dispuestos
a dar la cara como siervos a favor del amo. Curiosamente, desde hace tres
años, los sindicalistas, partidos políticos y grupos independientes, ya no
culminan la marcha frente a la Asamblea Legislativa. La razón: desde hace
cinco años, encontramos aburridas, burguesas, sospechosas y la verdad, de
derecha, las actuaciones de sindicalistas y políticos en nombre de la
celebración al día del trabajo. Así, decidimos empezar a hacer valer nuestro
derecho a expresarnos al no tener medios, al ser silenciados y silenciadas,
al que nos callaran y nos insultaran, principalmente a la diversidad, la
heterogeneidad y a nuestro derecho de expresar nuestras palabras como
quisiéramos. A defendernos contra la violencia, contra el abuso y contra el
hostigamiento del Estado. Lo hicimos. Tiramos piedras, quemamos banderas,
nos expresamos en los muros y les dimos otra razón para existir. Nos
quejamos contra la corrupción y más… Pero ello no siempre culmina bien,
aunque seamos parte del pueblo, para mucha gente no es así.
Este 1º de mayo, luego de finalizados los respectivos actos, luego de que
los sindicalistas llamaran a la policía para expulsar a los y las
anarquistas de la marcha, luego que varia gente les tachó con epítetos
funestos y luego de que les acusaran de saboteadores, siete jóvenes, en las
cercanías del Paseo de los Estudiantes, fueron vilmente atacados, golpeados
y denigrados por miembros de la Fuerza Pública. No fue un caso aislado, al
parecer en horas de la mañana otros habían sido golpeados en diversas zonas
del país.
En horas de la tarde, recibo una llamada de un joven que me dice que han
golpeado y arrestado a cerca de nueve jóvenes en las cercanías del Paseo de
los Estudiantes. Inmediatamente llamo a dos personas para dirigirnos a
buscarles en las respectivas comandancias de la policía. Luego de saber que
probablemente se encontrarían en la delegación de Barrio México, nos
dirigíamos ahí. En nuestro camino, pasamos frente al local del grupo de
izquierdas llamado MAÍZ y el partido político de izquierda llamado Frente
Amplio, como suponía que era un acto que de permitirse nos afectaría a todos
y todas, me bajé del carro para buscar ayuda legal. En un ambiente lleno de
risas, jolgorio, cigarros y cerveza, me encuentro al dirigente político
Héctor Solano, a quien le pido ayuda y le expreso que es necesario un
abogado, que nosotros no los tenemos, a lo cual, el señor Solano, con
cerveza en mano, me informa que no es posible, que todos y todas están
tomando cerveza y que de haber un abogado, con el aliento a ‘‘birra’’, no
sería bueno. Él entró un poco al local, no sé si habló con alguien, salió me
miró, dio vuelta y siguió tomando. Le expresé mi preocupación a otras dos
personas, pero ambas me dijeron que estaba bien eso, que los anarquistas
eran unos provocadores. Bonito gesto. Me imagino que José Merino y toda la
gente de MAÍZ y Frente Amplio opinan así, puesto que mostraron más
preocupación a las cervezas que al acto de violencia política de parte del
Gobierno, el Ministerio de Justica, la Fuerza Pública, y como veremos, de la
DIS.
Llegando a Barrio México, nos informan que los están trasladando a los
Tribunales de Justicia en Goicoechea, Guadalupe. Una vez allí, esperamos
varios minutos hasta que llegó un carro de transporte policial. A los
minutos, una buseta llena de policías fue el aviso de que bajarían a los
jóvenes con escolta. Bajé, junto a una compañera, con una cámara fotográfica
para documentar el acto. Tan solo unos minutos antes, nos informaban que
saliendo de la delegación de Barrio México les vieron golpeados, así que era
necesario verlos antes de volver a entrar en una nueva delegación. Justo
cuando me disponía a tomar las fotografías, de la nada, salen dos personas
vestidas de civiles, no se identifican e intentan quitarme la cámara. La
guardo mientras observo a los jóvenes ser pasados de prisa al interior de
los Tribunales. Los dos hombres, en clara alusión de hostigamiento, expresan
una conducta de querer incriminarme con la Universidad de Costa Rica y con
la Federación de Estudiantes de la misma institución. Aún no sé por qué.
Espero las autoridades universitarias, el Semanario Universidad y entidades
competentes investiguen ello. Al finalizar el traspaso de los jóvenes, los
dos hombres me dan una palmada en el hombre y caminan. Minutos después,
gracias a la intervención de dos personas, los dos hombres se identifican de
la DIS, y uno de ellos posa en clara burla de modelo, para unas fotografías
que le toma una persona de prensa alternativa. Y dicen que existe libertad
de expresión, que no hay hostigamiento político, y que la DIS no violenta a
activistas políticos.
Por suerte, horas después, los jóvenes son liberados gracias a la
intervención rápida de abogados, defensoría de los habitantes, un habeas
corpus y anarquistas y troskistas, estos últimos, únicos de la izquierda en
atender la solidaridad. Los jóvenes presentaban golpes fuertes,
psicológicamente estaban muy afectados y el terror militar impuesto por la
policía se hacía evidente.
Esos jóvenes serán sometidos a un proceso legal. Aparentemente se les
incriminará de pintar las paredes y obstruir el paso. Pero un día después de
los hechos, los jóvenes cuentan la clase de golpiza, terror psicológico y
hostigamiento al que fueron sometidos. He de imaginar que sindicalistas y
grupos políticos no ven mal lo que le ocurrió a estos jóvenes, he de
imaginar que José Merino, Frente Amplio y MAÍZ, no les causa ni les causará
nada que este tipo de actos siendo Merino diputado en la Asamblea
Legislativa y pudiendo pedir cuentas claras allí, total, sus miembros
dejaron clara su posición en el momento que se les pidió ayuda política,
ayuda humanitaria contra un acto que viola los Derechos Humanos. Supongo que
el efecto de los medios de comunicación al llamar delincuentes a jóvenes que
no quieren más de lo mismo, que son el reflejo que una sociedad hastiada de
la corrupción, son el argumento de quienes llamaron a la policía para echar
a manifestantes de una manifestación. Ahora resuena en mi cabeza aquella
pared rayada en mayo del 68 que decía‘‘Todos llevamos un policía dentro’’.
Valdría la pena pensar que muchos policías actúan como fascistas, así que
pensar que hay fascista dentro de ciertas actitudes nos está muy lejos.
¿Qué le deparará el futuro a más jóvenes que se integren a este movimiento?
¿Se les dejará solos contra un aparato que mucha gente dice criticar? ¿Qué
pasa si el pueblo, la panacea, decide que no quiere sindicatos y políticos
porque les ven de igual manera? ¿Será bueno llamar a la policía, dejar que
les agredan, que los violenten y nadie diga nada?
Desde que los y las anarquistas decidimos expresar nuestra inconformidad,
nuestro miedo, nuestro dolor, nuestra pasión, nuestras luchas y sobre todo
nuestro derecho de existir y pelear por lo que creemos justo, nos ha atacado
desde la derecha hasta la izquierda moderada (si existe algo diferente que
no sea su proceder etimológico). Parece que fue ayer cuando mucha gente
aplaudía nuestro derecho a existir, nuestro derecho a rebelarnos y sobre
todo nuestro derecho a defendernos de la violencia del Estado, la Iglesia, y
desgraciadamente de la mayoría de la gente de reproduce de peor manera las
aberraciones de quienes ostentan el poder político y económico. Parece que
fue ayer cuando cientos de manifestantes en la Fuente de la Hispanidad
fueron brutalmente golpeados; cuando los traileros fueron violentados;
cuando los campesinos fueron desalojados; cuando muchas de las violaciones
sistemáticas por parte del Estado y el brazo ejecutor y garante de éste, la
policía, eran sinónimo de unión y de lucha, de solidaridad contra un
mecanismo que bien y muy fácil, puede emular los procedimientos de los
militares chilenos, argentinos o uruguayos en los 70s. Parece que hoy, como
los y las anarquistas han crecido, como son el reflejo de una juventud de no
cree en Dioses y falsos mitos, que no creen en las regalías del poder o las
membrecías de los sindicatos o partidos políticos, son vistos como
indeseables, como un estorbo a quienes aspiran al poder político. Los y las
anarquistas, esa juventud, esos punk anarquistas, esos a quienes llaman
delincuentes, caras tapadas, camisas negras, anarquillos y miles de epítetos
funestos, son, hoy por hoy, le guste a quien le guste, el claro y rotundo
reflejo de la disconformidad social, de la ira contra la explotación, contra
el adultocentrismo, contra los prejuicios, son ellos y ellas, quienes
levantan la bandera de las causas perdidas, la bandera de los derrotados y
las derrotadas, de las causas que no tiene nada más que perder sino su
condición de explotados, de explotadas y marginadas, de tachados por una
sociedad en detrimento donde quienes quieren representar al pueblo en la
Asamblea Legislativa, las Municipalidades o los Sindicatos, no son más que
garantes de todos los vicios más perversos del poder. Es cierto, debemos
valorar sobre qué sujeto hablamos, qué sociedad queremos, cómo la
entendemos, pero repudiar un acto en defensa de la vida contra la
sistemática violencia, me parece no sólo erróneo, sino fascista, sea desde
la óptica de Stalin o Mussolini. Las actuales paredes que rodean a quienes
venden este país, son símbolos de odio, de muerte y violencia. Si entendemos
realmente el peso que tienen los símbolos en la Costa Rica actual, como los
han utilizado y de qué manera, creo que correríamos a derrumbar, destruir y
quemar todos y cada uno de ellos en nombre de la humanidad. Estos jóvenes,
punk anarquistas, caras tapadas, camisas negras, son el claro y valiente
reflejo que lo que quiere la gente, lo que realmente busca este pueblo, lo
que necesita, y cuando entendamos esto, cuando realmente comprendamos ello,
no nos asustará ver correr la sangre por las calles, porque no será la
sangre del pobre, del mendigo, de la mujer siempre explotada, será la sangre
del asesino, del que condenó a un pueblo a la miseria, el hambre y la
desesperación, será la sangre del policía que defiende los privilegios de
una minoría. Será la sangre del sádico asesino que hoy rige este país y no
le importa ver morir gente a costillas de un mal llamado progreso, pero que
ríe y festeja al ver como los representantes de las clases populares
apaciguan los ánimos y mantienen en la ignorancia y la sumisión a este
pueblo.
No será de extrañar que a estos jóvenes los condenen, que en años venideros
abusen de más, que exista la posibilidad de ver desaparecidos, que los
grupos callen mientras los derechos humanos son pisoteados, mientras hay
torturas pero nadie dice nada porque es Costa Rica, y aquí no hay ejercito,
aquí no hay torturas, aquí no hay persecución política y las clases sociales
viven en armonía. Aquí existe el labriego sencillo que le gusta que violen a
sus semejantes mientras sigue celebrando un mito de democracia, existe la
mujer jefa de familia en tanto no opine, no piense, y no siga los mismos
patrones del patriarcado en las relaciones de poder. Aquí no pasa nada, es
Costa Rica. A esos jóvenes, nada les pasó, nadie sabe y no quiere saber
nada. Los y las anarquistas hemos sabido pagar muy caro el precio de abrir
la boca, levantar el puño, no dar la otra mejilla y no temer a los cambios,
destruir el aburrimiento y construir de la nada, somos utopistas, nuestra
bandera es la de la causas perdidas, la de los sueños, de la rebeldía, la
defensa contra la violencia.
Lo que aquí se escribió se extiende como la evidencia de que la intolerancia
bien puede mutar en fascismo si ciertos eventos pasan en silencio, y creo,
que al paso que va la cosa, los síntomas de una nación en detrimento nos
vaticinan un cambio para mal en las estructuras políticas, económicas y
sociales.
______________________
Firma responsable: Rogelio Cedeño Castro, profesor de la Escuela de
Sociología de la UNA:

ANARQUISTAS AGREDIDOS EN COSTA RICA, REPRESIÓN POLÍTICA CRECE SIN CESAR.

Ayer 1 de mayo, un importante grupo de unos 80 anarquistas, se hicieron
presentes para reclamar la farsa a la que ha sido sometida la “celebración”
de este importante día. En Luto por los Mártires anarquistas de Chicago y en
honor a los anarquistas gracias a los cuales se escribieron los primeros
años de las luchas sociales en Costa Rica y gracias a los cuales se llevo a
cabo la primera manifestación por un 1 de Mayo en este país.

El grupo decidido a no ser invisibilizados de nuevo por el circo sindical y
sus hipócritas consignas, se puso al puro frente de la manifestación,
gritando sus consignas y su rabia contra el Estado y las organizaciones
sindicales que no hacen más que legitimar un sistema injusto y funcionar
como bufones de los poderosos. La marcha en ningún momento se tornó
violenta, siempre, se mantuvo de manera muy pacífica, pero el quitarle el
protagonismo a los sindicatos, claramente provocó el enojo de algunos de sus
líderes, quienes luego de algunas cuadras pidieron a la policía (una muestra
más de su complicidad con el estado) que separaran a los anarquistas del
resto de los “manifestantes” lo que hizo que un gran grupo de oficiales de
la fuerza pública se interpusieran entre los ácratas. El grupo conformado
por diversas organizaciones anarquistas e individuales, decidió no dejar
avanzar la marcha hasta que los policías se retiraran, tras la
desesperación de los sindicatos, decidieron acceder a retirar a la policía y
la marcha continuó tranquilamente.

Unas cuadras más adelante, y al haber doblado para dirigirse hacia la
Asamblea Legislativa, los sindicalistas manifestaron, que debían quedarse
ahí para que los anarquistas siguieran y así fueran atacados por la policía.
Esto por suerte para los ácratas no sucedió pero para desgracia de los
sindicalistas, quienes de forma totalmente inhumana e hipócrita lanzaron al
grupo de jóvenes a los leones. Es totalmente cierto que se debe respetar las
formas de pensamiento de estos sindicalistas, pero como piden respeto al
orden que ellos imponen a estas marchas, cuando a través de los años se han
encargado de invisibilizar al anarquismo y figurar como “representantes del
pueblo” al cual siempre traicionan confabulando con los poderosos. No piden
que respetemos símbolos patrios que no son más que símbolos de autoridad, de
control, y de una patria inventada la cual no ha hecho más que aplastar
nuestras mentes y destruir nuestras vidas.
El Grupo de jóvenes libertarios, se quedaron durante aproximadamente 1 hora,
frente al Paralamento gritando consignas, demostrando su rabia hacia los
gobernantes y a sus cómplices, es decir contra los medio masivos
de “información” y sus perros falderos de azul (supongo que no hace falta
decir de quienes hablamos).

Sin ningún tipo de violencia ni disturbio, más que las palabras, haciendo
uso de esa supuesta libertad de expresión a la que tenemos derecho, los
jóvenes se mantuvieron firmes, mientras que en la Plaza de la Democracia,
los sindicatos hacían su tradicional circo y sus tradicionales “tarimazo”,
al ritmo de insultantes comparsas, que parecen burlarse y hacer de una
fiesta, el luto, por todas las personas que murieron por buscar un mundo
mejor, y por los cuales se llevan a cabo cada año, en todo el mundo las
manifestaciones en este particular día.

Luego de un gran rato, algunas organizaciones sindicales y troskistas,
empezaron a acercarse al frente de la Asamblea, esperando poner su tarima,
para volver a invisibilizar a esos jóvenes que reclamaban dignidad, y que se
hiciera publica la verdad sobre el 1 de mayo. Tras algunas horas y
considerando que ya se había hecho lo que se tenía que hacer, este grupo que
había crecido a unos 100 o 120, decidió retirarse en grupos para evitar la
represión policial.

Aproximadamente 1 hora y media después, de haber finalizado la
manifestación, se recibió una llamada por parte de 3 jóvenes anarquistas, de
que la policía había interceptado a varios muchachos y sin decirles nada
arremetió violentamente contra ellos insultándoles y golpeándoles
brutalmente. De manera igualmente violenta lograron arrestar a 7 de estos,
metiéndoles en los cajones de las patrullas. Tras informarse de esto, se
empezó a llamar a todas las personas posibles y una media hora después se
logró dar con su paradero… estaban encerrados en la comisaría de Barrio
Medico (en una de las zonas más marginales de San José)  a donde llegaron
algunos compañeros. A estos compañeros se les informó que efectivamente los
muchachos estaban ahí y que serían trasladados a los tribunales de Justicia
de Goicoechea a donde otros compañeros fueron a su espera.

Al llegar estos a este edificio un compañero se dispuso a tomar fotografías,
pero fue sorprendido por dos sujetos vestidos como civiles, quienes le
dijeron, “intente tomar la fotografía y verá lo que le pasa”, “estamos
armados hasta los dientes”, “usted defiende a los suyos, nosotros defendemos
a los nuestros”, lo que hizo que el compañero no pudiera tomar ninguna
fotografía, pero si se pudo ver claramente cuando los 7 jóvenes fueron
escoltados esposados, hacia el interior de los tribunales, con una cara de
terror y con claras agresiones físicas en algunos de ellos.

A los pocos minutos llegaron los compañeros que fueron a buscar a los
jóvenes a Barrio México, contando lo que se le había informado y los que
habían visto. Dijeron que fueron recibidos de mala manera por la policía y
que ya tenían los nombres de los 7 jóvenes. También  vieron salir a los
muchachos quienes con caras pálidas, golpes y la ropa rasgada, fueron
introducidos a la móvil que los llevaría a los tribunales. Se les preguntó
si habían sido golpeados, a lo cual no pudieron responder (probablemente
amenazados por sus agresores). Al intentar tomar sus números de teléfono, el
oficial de la fuerza pública que manejaría la móvil metía el acelerador,
para que no pudieran escuchar a los agredidos jóvenes.

Tras algunas horas frente a los tribunales de Goicoechea, llegó una abogada,
la cual muy amablemente estaba dispuesta a ayudar en todo lo posible y
algunos minutos después llego un Defensor de los Habitantes, quien entró con
un compañero médico. La abogada desde afuera con su computadora mostró un
video en donde antes de que llegaran los anarquistas al frente de la
Asamblea Legislativa, un oficial de la fuerza publica manifestó por un
intercomunicador algo similar a “ahí vienen los anarcos, esta ves no les
vamos a aguantar nada”. Esta nos explicó, que a los muchachos se les iba a
pasar por Flagrancia, es decir, que iba a ser condenados sin ningún derecho
a juicio,  con la excusa de que las pruebas contra ellos eran contundentes,
por supuestos videos policiales.

Luego de una larga espera, el compañero y el defensor, salieron para
informarnos sobre lo que había visto y hablado con los 7 jóvenes. Se informó
que estos estaban siendo entrevistados y que ya se encontraban más
tranquilos aunque con algunas marcas físicas de violencia. También se
informó sobre lo que era más prudente hacer luego de la liberación de los
compañeros.

Por ahí de las 7 de la noche, los compañeros fueron liberados, con una cara
de felicidad, tras horas que seguramente para ellos fueron interminables,
aplaudidos y abrazados por los compañeros que les esperaban afuera. Se habló
con ellos sobre lo que era prudente que hicieran. Se les liberó sin ser
condenados, probablemente esas supuestas pruebas contundentes no eran tan
contundentes como decían. Traían todos en sus manos un papel con las
acusaciones que se les hicieron, en donde se les acusaba de alterar el orden
público y de hacer pintas en el edificio del museo nacional, edifico
patrimonial, que el gobierno de manera totalmente insensible, paso un repeyo
de cemento tapando agujeros de balas y el desgaste que eran herencia
histórica de lo que algunas ves fue San José. ¿Quienes serán los que
destruyen el patrimonio?

El compañero que presentaba mayor cantidad de agresiones fue entrevistado
por la abogada que llevaría su caso.  Los muchachos exhaustos, fueron
llevados a sus casas. El día de hoy se espera  sean evaluados por un médico,
ya que como grave error, no fueron evaluados el día de ayer.

¡SALUD, LIBERTAD Y DESOBEDIENCIA!

Centro de Estudios La Libertad.

Firma responsable: Rogelio Cedeño Castro, profesor de la Escuela de
Sociología de la UNA:

3 respuestas a «Represión Policial contra los anarquistas.»

No me parece que en estos tiempos el anarquismo sea una forma de protestar, para nadie es un secreto que su forma agresiva insta a la violencia, muchos de estos jóvenes se están desperdiciando, estas mentes son más provechosas estudiando y luchando por sus ideales con trabajo, por qué exponerse manipulando materiales peligrosos, pintar propiedades que no son de ellos, pìnten sus casas, rayen sus paredes.
No entiendo por qué llamar perros falderos a los policías, es un trabajo de respetar, ellos si estaban trabajando, ellos también estaban manifiestado su molestia por sus condiciones y ni así dejaron sus puestos. Firma una una orgullosa estudiante de la UNA, que trabaja para el sector privado, madre soltera y TICA.

Jale profesor vaganbundo chancletudo gracias a ustedes la UNA no prospera … yo como egresado de la UNA me averguenzo de ustedes, si quieren vivir en anarquia los invito a que se vayan a cuba a venezuela, a Korea de Norte donde quieran pero no vengan aqui a «defender trabajadores» porque ustedes definitivamente no me representan a mi, se quienes son los conozco de hace anos, vividores del sistema por eso estamos quebrados por mantener a vagabundos …
Pura hablada siguen viviendo en un mundo que cambio hace mas de 20 anos,

Por favor dejenos trabajar en paz a los que si queremos un pais mejor a base de trabajo y esfuerzo no a base de tonterias

Atte: Orgulloso egresado de la UNA

La manifestación de estos jóvenes, solo es la viva expresión de la frustración de las nuevas generaciones que entienden claramente la inoperancia de el estado burgués. Las verdaderas luchas sociales no vienen de la vanguardia iluminada, sino del odio del pueblo cuyos representantes son los espíritus libres de las cadenas del sistema. Por ello en los procesos sociales, lo que paso este 1 de mayo es el inicio de una juventud pensante y operante.

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